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Desde la primera carrera del año en Qatar, el equipo Avintia Racing cuenta con un nuevo integrante, un personaje de sobra conocido en el paddock después de haberse criado en él. Se trata de Ángel Nieto Jr. o mejor, Gelete, como todo el mundo le conoce en el Mundial.
Tras colgar el mono ha seguido trabajando en el paddock, en diferentes equipos con su hermano Pablo, o poniendo en marcha el único hotel con ruedas del Mundial, el GP Rooms, en el que se alojan muchos pilotos en las carreras europeas. Desde este año trabaja con Avintia Racing ayudando a sus pilotos, Héctor Barberá y Loris Baz, desde el borde de la pista.
“Cuando Raúl y Bocha me pidieron que viniera al equipo y ayudara a los pilotos desde la pista, me gustó la idea”, cuenta Gelete, mientras observa las evoluciones de Héctor y Loris en el vial del circuito de Brno. “En en la pista se ven muchas cosas que por la televisión es difícil apreciar. No solo me fijo en Héctor y Loris, miro como lo hacen los demás, y así puedo ayudarles después a mejorar. Además como he sido piloto, tengo las cosas más claras y es fácil comparar trazadas y ver quién va fino o quién lo está haciendo mal”.
Como ya habrás podido deducir, la función de Gelete en el equipo es la de “coach” o entrenador, una figura que últimamente se ha puesto de moda, sobre todo desde que Luca Cadalora comenzara a trabajar con Valentino Rossi. Pero en realidad no es algo nuevo, Alberto Puig ya lo hacía con Dani Pedrosa desde su llegada al Mundial; Randy Mamola está siempre a pie de pista observando los pasos de Smith, Cruchtlow y ahora Binder. Sin olvidarnos de Wilco Zeelenberg, que hace lo propio con Jorge Lorenzo, o Emilio Alzamora con Márquez.
“Yo nunca he llevado una MotoGP, pero he ido en moto y puedo ver muchas cosas en la pista. Si uno se va largo, cómo usan el cambio, cómo actúa el control de tracción, cómo levantan la moto y dónde, cómo utilizan el cuerpo…” sigue comentándonos el mayor de los hermanos Nieto. “Con Héctor estamos trabajando mucho para que utilice más el cuerpo al pilotar la moto. El estilo hoy en día es de ir muy descolgado, y Héctor la verdad es que se descolgaba poquísimo. Pero poco a poco está cambiando su estilo y viendo los resultados. En la pista se ve claro que Lorenzo es como una máquina, que puede pasar cien veces por el mismo sitio con un error de un par de centímetros. Lo fino que es Pedrosa encima de la moto, la experiencia de Valentino, el coraje de Marc… Es fácil ver las cosas que hacen los que van deprisa, y luego tengo que tratar de transmitirles todo de la mejor manera. En ese sentido Héctor es fácil, hemos conectado bien y me entiende cuando le cuento las cosas. Y poco a poco vemos que realmente lo que veo en la pista nos ayuda a mejorar”.
Para los pilotos la labor del “coach” o entrenador es muy importante, porque cuando están encima de la moto no pueden ver cómo trazan todos sus rivales. Con la información que aporta Gelete, pueden probar otras trayectorias o regular la acción del control de tracción para aprovechar mejor la potencia. Hay muchas cosas que no dice la telemetría, pero se aprecian desde el vial.
“Gelete está haciendo una gran labor y me está ayudando mucho. Yo al principio pensaba que no me podría aportar mucho, pero me he dado cuenta de que sus comentarios nos están ayudando a mejorar. Cuando veo que tengo problemas para mejorar en un parcial, va allí a mirar con su scooter. Él ha sido piloto y cuando me ve pasar puede hacer una comparativa con los demás pilotos”, nos explica Barberá, que esta temporada está siendo protagonista con la Ducati GP14.2 de Avintia Racing. “Ve cosas como si en un cambio de dirección me voy medio metro más largo, si el cambio de marchas lo hago más tarde o un poquito antes, la constancia de las vueltas… desde dentro de la pista puede apreciar muchísimas cosas. Además Gelete es muy bueno explicando lo que ve, tiene el ‘don de gentes’ de los Nieto, y consigue transmitirme perfectamente lo que ve en la pista. Hay veces que me pregunto cómo es posible que se pueda dar cuenta de cosas que solo notas si vas encima de la moto”.
Aunque Loris Baz cuenta desde hace muchos años con la figura de Adrien Morillas. “El trabajo que hace Gelete no es algo nuevo para mí, yo siempre he tenido un entrenador conmigo trabajando en la pista y mirando las trayectorias, y creo que he sido de los primeros en hacer esto con Adrien Morillas, que también estuvo en la carrera de Brno y lo hace siempre que puede”, nos cuenta el piloto francés de Avintia Racing tras lograr el cuarto puesto en el Gran Premio de la República Checa.
“Pero este año con Gelete tengo cuatro ojos en la pista en lugar de dos. Es algo que te ayuda a mejorar la trazada y cosas que no puedes ver en la telemetría. Porque ve cómo hacen las cosas los demás y después puedes probarlo en la pista. Es una relación que necesita tiempo para crear confianza y que la persona sepa lo que tú necesitas. Con Adrien es muy fácil porque hace trece años que trabajo con él. Pero es cierto que con Gelete en las carreras que no ha venido Adrien, sus comentarios me han ayudado bastante, y es bueno que en el equipo contemos con él", añade el francés.